Rosa Ramirez Orozco

Rosa Ofelia Ramirez lived her life with an open heart. She loved to dance, and every time music played, she brought energy into the room. Rosa loved being around family. She never missed a chance to meet someone new. No matter where she went, she made friends easily - not because she tried, but because her warmth and friendliness drew people in naturally

Her love for others was deep and unwavering. She cared fiercely, laughed freely, and created a sense of belonging for anyone near her. Rosa's presence made life brighter for her family, her friends, and the many people lucky enough to cross her path.

Rosa is survived by her parents, Balbina Orozco and Aurelio Ramirez; and her brothers and sisters, Antonio Ramirez, Erica Ramirez, Miguel Orozco Ramirez, and Juan Ramirez.

Rosa is survived by her children: Mayra Flores, Victor Arreola, Juan Carlos Arreola, Irvin Hernandez, and Dylan Morones.

Her memory will live on in every story shared, every smile she inspired and every picture we took with her.

Rosa Ofelia Ramírez vivió su vida con el corazón abierto. Le encantaba bailar, y cada vez que sonaba la música, llenaba el lugar de energía. A Rosa le encantaba estar rodeada de su familia y nunca perdía la oportunidad de conocer a alguien nuevo. Dondequiera que iba, hacía amigos con facilidad - no porque lo intentara, sino porque su calidez y amabilidad atraían naturalmente a las personas.

Su amor por los demás era profundo e inquebrantable. Amaba con fuerza, reía libremente y creaba un sentido de pertenencia para cualquiera que estuviera cerca de ella. La presencia de Rosa hacía la vida más brillante para su familia, sus amigos y todas las personas que tuvieron la suerte de cruzar su camino.

Rosa deja atrás a sus padres, Balbina Orozco y Aurelio Ramírez; y a sus hermanos, Antonio Ramírez, Erica Ramírez, Miguel Orozco Ramírez y Juan Ramírez.

Rosa también deja a sus hijos: Mayra Flores, Victor Arreola, Juan Carlos Arreola, Irvin Hernández y Dylan Morones.

Su memoria vivirá en cada historia compartida, cada sonrisa que inspiró y cada foto que tomamos con ella